El proceso de gestión en tiempos de crisis

Ni siquiera en entornos aparentemente tan adversos como el que estamos viviendo las empresas pueden paralizarse. Hoy más que nunca sus Directivos y responsables de gestión deben tener la mente abierta y la capacidad de tomar las decisiones que garanticen la supervivencia y continuidad de su negocio.

Una vez más y como en otras crisis, el proceso de gestión está llamado a ser el “antídoto” al alcance de todas las empresas sin importar su tamaño, para aliviar el impacto de la incertidumbre y la recesión, al tener la capacidad de estimular otros procesos como el aprendizaje y la innovación, competencias claves para la diferenciarse en escenarios tan adversos.

Según los profesores David Norton y Robert Kaplan, hay cinco principios de la organización basada en la estrategia cuya aplicación facilita la toma decisión, estimula el aprendizaje e impulsa la innovación. Al ser practicados bajo un esquema lógico, conformarían lo que se conoce como el proceso de gestión. Dichos principios son los siguientes:

  • Traducir la estrategia en términos operativos: Se refiere a la habilidad de establecer, articular y actualizar los objetivos, metas e iniciativas estratégicas, sustentados en los indicadores de gestión más apropiados para cada nivel y necesidad de la organización. De esa manera se estará dando los primeros pasos hacia un consenso estratégico.

No se puede pasar de alto qué frente a cambios súbitos del mercado, todos los parámetros de medición (por lo menos los más críticos) deben ser puestos bajo observación y determinar o no su reemplazo.

  • Alinear a todo el recurso humano con la estrategia: Sugiere implementar sistemas y metodologías de Control de Gestión acordes al nivel de Desarrollo Organizacional de cada empresa, con la finalidad de facilitar la comunicación y promover sinergias entre las distintas áreas, lo que significará coordinar equipos multidisciplinarios con objetivos comunes.

El hacer partícipe a la mayor cantidad posible de personal, traerá consigo elevar el nivel motivacional de cada uno de ellos, estimular el trabajo en equipo y con ello, el clima laboral organizacional.

  • Ejecutar la estrategia: Establece como requisito poder estimular, acompañar y motivar el logro de objetivos y trabajar en generar una conciencia Estratégica al interior de la organización. Lo anterior sin perder de vista las actividades o puntos de control a nivel táctico, operativo; económico y financiero que requiere la empresa para operar y reaccionar con rapidez y eficiencia frente a las posibles desviaciones.
  • Hacer que la estrategia sea un proceso continuo: Requerirá del uso eficiente y transparente de toda aquella información, qué partiendo de su racionalización y análisis, pasa a ser direccionada a los responsables de alcanzar los distintos objetivos, analizar su desempeño y estructurar el feedback que requiera la dirección con el objetivo de hacer seguimiento a la evolución de la estrategia.

A través de este principio se impulsa también, la transformación digital como herramienta que contribuye a que todo el proceso de gestión, gane en dinamismo y eficacia.

  • Impulsar el cambio a través del liderazgo. Implica que el Directorio elabore y revise periódicamente o bajo circunstancias especiales (como la actual) la visión compartida de la organización, puesto que, a través de este principio, se estimula la generación, formulación y validación de la estrategia misma. 

En este punto se esperaría que los miembros del directorio fueran lo suficientemente conscientes de la situación actual, así como de las alternativas futuras de la organización, preocupándose por ahondar en aquellas competencias de liderazgo y dirección (que requieren perfeccionarse en cada uno de ellos), necesarias para acompañar e impulsar a todo el proceso de gestión, y desde ahí generar los cambios que requiere la organización frente a las nuevas necesidades del mercado.

Mgter. Andrés Rojas
Director – Metta Control de Gestión.
www.mettacdg.com