Tres razones por las que fracasan las pymes.

Las estadísticas que miden a nivel mundial la tasa de supervivencia y desarrollo de las pymes en cada país son estremecedoras. Los índices de mortalidad para cada caso son elevadísimos, evidenciando inclusive, una homogeneidad en todo su conjunto y sin diferencias apreciables entre los valores encontrados en países industrializados respecto a aquellos en vía de desarrollo.

En el caso argentino, la Asociación Argentina para el desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa calculó, que solo el 7% de las empresas llega a cumplir su primer año de actividad, y tan solo el 50% de ellas sobrevivieron más allá del quinto.

Es inobjetable que el desempeño organizacional de toda empresa se ve a afectado por el contexto económico, social y político del país, reflejándose en elevadísimas presiones impositivas, limitadas y costosas alternativas de financiación, falta de apoyo gubernamental, ineficiencia, burocracia estatal, etc. Sin embargo, al agruparlas por actividad económica, el impacto de dicho contexto afecta en su base, de igual manera a cada empresa y su mayor o menor grado intensidad depende exclusivamente, del grado de maduración con el que se desempeñen las siguientes tres actividades determinantes en su gestión:

  • La Planificación Estratégica.
  • La Gestión Financiera.
  • La Gestión de Recurso Humano.

Cada una de ellas suelen verse afectadas, por las siguientes debilidades comunes ya en las pymes.

Debilidades en planificación estratégica:

Quizás sean las que mayor incidencia tengan en el índice de mortalidad. Están presentes en empresas que muestran pobre iniciativa o consciencia estratégica de parte de sus dueños, sin un plan definido o lo que es igual, en la cabeza de su dueño y sin ser compartido con la organización.

Cuando la consciencia estratégica no está presente en una empresa, difícilmente se puede estimular el desarrollo de otros procesos claves para la supervivencia y competitividad, tales como, la innovación y el aprendizaje.

Debilidades en la Gestión Financiera

El empresario de la pyme por sus características de gestión puede llegar a ser un excelente conocedor de su negocio y actividad comercial, pero eso en definitiva no lo habilita como un administrador financiero idóneo.

Si bien, la mayoría de veces dicha actividad se apoya en los servicios de un estudio contable, a menudo su asesoría hace foco en la obligatoriedad impositiva de la empresa, haciendo que la gestión financiera recaiga en la administración de dueños sin experiencia por demasiado tiempo, lo que termina conduciendo a: manejo inadecuado del capital de trabajo y ausencia de políticas sobre el mismo, desconocimiento total o parcial del estado financiero real de la empresa, Inexistencia o deficiencia en la gestión y control del flujo de efectivo y la rentabilidad del activo. Deficiencia en la definición y gestión de presupuestos, políticas de endeudamiento, inversión, de reinversión de utilidades, etc

Debilidades en la Gestión del Recurso Humano

Muchas empresas quedan imposibilitados de conseguir y retener a los mejores profesionales, debido a inexistentes o ineficientes políticas de capital humano fundamentadas en criterios rígidos y subjetivos. Aquellas empresas que en definitiva no perciban a sus trabajadores como su más capital más valioso, haciéndolos sentir cómodos y parte de su organización, estarán tarde o temprano condenadas a fracasar.

Mientras más consciente sea el empresario de la importancia y beneficios que trae el avanzar sobre estas tres actividades claves en la gestión empresarial, más fácilmente identificará las debilidades operacionales de su organización, para pasar a trabajar en su mejora, analizar los resultados y aprender sobre los mismos. De esa manera, decididamente estará haciendo lo que muchos otros por error u omisión tanto descuidan, asegurando así su continuidad comercial y viabilidad económica como negocio más allá, de los vaivenes externos en el que se desarrolle.

Mgter. Andrés Rojas.